¿Qué puedes darle a tu perro para el dolor?

Ver a tu perro con dolor puede ser angustiante. Mientras que los humanos pueden autodiagnosticarse y, a menudo, automedicarse, los animales no pueden hacerlo. Por lo tanto, es importante consultar con un veterinario para determinar cuál es la causa del dolor de tu perro lo más rápido posible.

El veterinario se asegurará de tratar a tu mascota con eficiencia para que pueda volver a ser el perro feliz de siempre con el cuidado adecuado.

Todos queremos hacer lo posible por nuestras mascotas, sin embargo, por mucho que parezcan un miembro de la familia, aunque sean de cuatro patas, hay algunos medicamentos que no pueden consumir. En este artículo, conoceremos la respuesta a la pregunta: “¿Qué puedo darle a mi perro para el dolor?”. Además, analizaremos algunos de los tratamientos que el veterinario puede recetar para tu perro si tiene dolor.

¿Cuáles son las señales de dolor de un perro?

Puede ser difícil determinar si tu perro está sintiendo dolor, ya que no te lo pueden decir. Antes de preocuparte por encontrar analgésicos caninos, primero debes saber cómo darte cuenta de si tu perro está sintiendo dolor. Hay determinadas señales que debes tener en cuenta y que suelen indicar que están experimentando un grado de incomodidad. Pueden variar de cualquiera a todas las siguientes señales:

• gemidos;
• llanto;
• ladridos excesivos;
• jadeo excesivo;
• reducción o falta de apetito;
• letargo o apatía;
• reticencia al ejercicio.

Un cambio notable en el comportamiento o la conducta de tu perro podría indicar el inicio del dolor crónico. Si comienza a reaccionar o a actuar de una manera hostil o agresiva, esto podría indicar que siente algún tipo de dolor o incomodidad.

El dolor agudo también puede hacer que el ritmo cardíaco de tu perro se acelere, la presión arterial aumente y, además, la respiración podría acelerarse.

Lo más probable es que puedas notar las señales de incomodidad en tu perro. Tú sabes cuál es su comportamiento y temperamento natural, por lo tanto, si notas algo inusual, puede ser una señal de advertencia de que algo no está del todo bien. Para evitar que tu mascota sufra en silencio, llévala al veterinario local lo antes posible.

¿Puedo darle a mi perro analgésicos?

Aunque los seres humanos pueden comprar medicamentos sin receta médica con facilidad, esto puede no ser siempre lo adecuado para tu perro. Es importante que los dueños de perros no intenten dar analgésicos a sus mascotas sin consultar primero con un veterinario. Si un perro siente dolor, debe someterse a un examen veterinario completo.

Esto le permitirá al profesional hacer un diagnóstico adecuado para determinar la causa del dolor y la incomodidad de tu perro. Existen varios analgésicos creados en específico para perros y el veterinario decidirá el tratamiento más adecuado para tu perro. Dar a los perros medicamentos no recetados puede tener como resultado el envenenamiento accidental y posiblemente incluso la insuficiencia renal.

¿Qué le causa dolor a mi perro?

Hay varios factores que pueden hacer que tu perro sienta dolor, desde lesiones y accidentes, hasta causas menos obvias como enfermedades degenerativas, como la displasia de cadera canina, los discos protuberantes y la artritis canina. El dolor en nuestros perros también puede ocurrir en la boca debido a problemas dentales.

Si bien la artritis se observa con más frecuencia en perros mayores, algunas razas también son más susceptibles a esta afección:

• labrador;
• pastor alemán;
• gran danés;
• rottweiler;
• perro salchicha;
• terranova;
• mastín.

Hay varios indicadores que podrían determinar qué tipo de dolor siente tu perro. Por ejemplo, si tu perro es un poco carroñero y tiene dolor de estómago, esto puede indicar que comió algo que no debería, lo que indica una gastroenteritis canina. El dolor de estómago también puede ser un síntoma de afecciones más graves, como peritonitis u obstrucciones intestinales.

Los parásitos no tratados, como los gusanos o las pulgas, normalmente no causarían dolor de estómago a los perros. La excepción a esto podrían ser los cachorros, en los que una gran cantidad de gusanos podría causar dolor de estómago. Sin embargo, es una buena idea asegurarte de tratar a tu perro con tratamientos apropiados para gusanos y pulgas, y que lo hagas de forma regular.

En algunos casos, tu perro solo puede mostrar síntomas de dolor después de una actividad en particular, como caminar, comer o hacer sus necesidades. Mientras que, en otras situaciones, puede mostrar señales de sentirse incómodo, independientemente de cualquier actividad. Cuanta más información le puedas dar al veterinario sobre los síntomas de tu mascota, más fácil será para ellos descubrir la raíz del problema.

¿Puedo darle ibuprofeno a mi perro?

No le des ibuprofeno a tu perro. Si bien puede aliviar el dolor y las molestias, es tóxico para los perros y puede causar problemas de salud graves. De hecho, muchos medicamentos antiinflamatorios no esteroideos de venta libre, conocidos como AINE, son peligrosos para los perros. Solo dale a tu perro medicamentos recomendados o recetados por su veterinario.

¿Cuáles analgésicos son seguros para los perros?

Hay AINE creados en específico para mascotas. Tienen muchos usos en la medicina veterinaria y, a menudo, se prescriben para reducir la hinchazón o la rigidez, y proporcionar alivio del dolor en las articulaciones de los perros. Son en especialmente útiles para perros con artritis o que se recuperan de una lesión o una cirugía.

Los AINE funcionan bloqueando los efectos de las enzimas que inducen el dolor, lo que alivia el dolor y la inflamación, y permite que tu perro se mueva más con más comodidad. Solo un veterinario debe prescribirlos. Los AINE comunes para perros son los siguientes:

• carprofeno;
• robenacoxib;
• firocoxib;
• meloxicam.

Los AINE son analgésicos muy eficaces en muchos casos, sin embargo, pueden no ser adecuados para todos los perros. Además, si un perro tiene mucho dolor, los AINE por sí solos pueden no ser suficientes. Por lo tanto, a veces los veterinarios prescriben otros analgésicos para perros, que pueden incluir estos ejemplos:

• Amantadina: este es un medicamento que bloquea determinados transmisores neuronales y, a veces, se prescribe para tratar una variedad de afecciones, incluida la artritis, la enfermedad del disco y el cáncer en perros.
• Gabapentina: este medicamento trata el dolor neurálgico. También se puede recetar como un sedante suave o para el tratamiento de convulsiones, además de usarse a fin de aliviar el dolor en los perros.
• Tramadol: el tramadol pertenece a una clase de medicamentos llamados opiáceos. Se utiliza para tratar el dolor leve, más comúnmente en animales mayores para tratar molestias y dolores causados por enfermedades articulares.

Analgésicos naturales para perros

Debido a los posibles efectos secundarios de los analgésicos para los perros, algunos dueños prefieren tratar el dolor de su mascota con remedios naturales, con alternativas como la homeopatía y la acupuntura, o junto con tratamientos tradicionales. Muchos veterinarios consideran que hay poca o ninguna base científica para muchos tratamientos naturales, mientras que otros confían en su uso selectivo y han tenido respuestas exitosas al usarlos. Lo importante es seguir siempre la orientación del veterinario. Hay algunos remedios naturales que pueden controlar el dolor en los perros en el caso de afecciones específicas. Por ejemplo, la glucosamina y la condroitina son ingredientes en los alimentos para perros y suplementos que, a veces, se utilizan en el tratamiento de la artritis. No obstante, los dueños de perros solo deberían usar remedios naturales si así lo indica un veterinario.

Mantener a tu perro en forma y saludable será de gran ayuda para prevenir el dolor diario. La actividad regular y el ejercicio, como las caminatas y las corridas largas, mantendrán flexibles las articulaciones y extremidades, además de que los hará conservar un peso saludable, lo que reducirá la presión en sus articulaciones. Recuerda que, especialmente para los perros mayores, el ejercicio regular y constante es mejor que pasear a tu perro muy poco entre semana y, luego, “equilibrarlo” con un largo día de excursión el fin de semana.

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