¿Los perros pueden comer huesos de cordero?
La mayoría de nosotros hemos crecido pensando que los perros pueden comer huesos. Probablemente hayas visto perros con huesos en la televisión o en libros, o quizás hayas visto a perros que disfrutan de huesos en la vida real. Esta combinación conocida de perros y huesos ha hecho que muchos dueños crean que dar un hueso a su perro está perfectamente bien… pero, lamentablemente, no es así.
De hecho, en algunos casos, dar huesos a tu perro puede ser muy peligroso, ya que es fácil que mastique trozos rotos o astillas, lo que puede provocar obstrucciones en el tracto digestivo, que incluso pueden ser mortales. De hecho, los trozos de hueso más pequeños pueden causar lesiones en la boca, la garganta y el tracto digestivo, lo que provoca dolor, malestar, asfixia y arcadas. Sigue leyendo para averiguar por qué debes evitar darle huesos a tu querido amigo de cuatro patas.
¿Los perros pueden comer huesos de cordero?
Muchos dueños se preguntarán si los perros pueden comer huesos de cordero. Siempre aconsejamos que no le des a tu perro ningún tipo de hueso. Los huesos de cordero pueden ser realmente peligrosos para tu perro, ya que, debido a su tamaño, los trozos se pueden romper cuando el perro mastica, lo que puede causar fácilmente una obstrucción y daños en el tracto gastrointestinal. Los huesos cocidos son extremadamente peligrosos, ya que se vuelven quebradizos y pueden astillarse con facilidad, lo que puede provocar perforaciones intestinales y lesiones muy graves.
Es posible que también hayas escuchado que darle a tu perro un hueso es bueno para su nutrición, así como para sus dientes. Sin embargo, tu perro debe ser capaz de obtener todos los nutrientes que necesita de una dieta de alta calidad. Puedes mantener a tu perro perfectamente saludable sin ponerlo en peligro por darle huesos.
Por qué comer huesos de cordero puede ser malo para los perros
Ya hemos mencionado algunas de las razones por las que puede ser peligroso alimentar con huesos a tu perro, pero ahora veamos esto en mayor profundidad:
Los huesos pueden romperse y causar daños internos y obstrucciones
Cuando el perro mastica un hueso, es inevitable que se desprendan trozos y, si los trozos son bastante pequeños, es probable que tengan bordes filosos que pueden raspar y dañar la boca, la garganta o el tracto digestivo. También pueden atorarse y provocar asfixia, lo que es incómodo y doloroso para tu cachorro. La asfixia y los daños internos también son un riesgo con los huesos más pequeños, como los de pollo, que los perros suelen comer enteros o mordisquear.
Además, si tu perro parte y se traga un fragmento más grande de hueso, esto puede causar una obstrucción en el tracto gastrointestinal. Estas obstrucciones son sumamente peligrosas, ya que, a menudo, impiden que la comida se mueva a través del sistema digestivo de forma adecuada, lo que puede provocar vómitos, diarrea y que el cachorro se sienta extremadamente mal. Muchas de estas obstrucciones son mortales si la cirugía no se lleva a cabo rápidamente e, incluso entonces, puede haber daños graves (y a veces irreparables) en el sistema digestivo del cachorro.
Por este motivo, desaconsejamos encarecidamente que alimentes a tu perro con huesos y, si sospechas que tu perro puede haber ingerido accidentalmente un hueso o cualquier otro objeto que pueda obstruir o dañar su tracto gastrointestinal, es crucial que te pongas en contacto con el veterinario de inmediato.
Cómo prevenir problemas con huesos
Si tienes un cachorro muy travieso al que le gusta hurgar en la basura, es muy importante que, si suele comer cosas que no debería, como plástico o huesos, tengas mucho cuidado de que no tenga la oportunidad de encontrar estas cosas, tanto en casa como afuera. Para eso, puedes pasearlo con la correa y vigilarlo de cerca.
Sin embargo, si realmente ves a tu perro comer algo que no debería, lo mejor es ponerte en contacto con el veterinario de inmediato. Normalmente, te preguntará por el tamaño y el material del objeto ingerido y te indicará si hace falta examinar a tu perro. Es importante que los dueños recuerden que, en caso de obstrucción, cuanto antes acudan al veterinario, mejor, ya que una intervención rápida suele ser clave en estos casos.
Si te preocupa que tu perro haya comido algo que no debía, es importante que sepas a qué señales debes prestar atención.
¿Cuáles son los síntomas de una obstrucción gastrointestinal o de daños en el tracto digestivo?
Estos son algunos de los síntomas que pueden indicar que tu mascota ha ingerido algo que está causando daños internos u obstrucciones:
- Asfixia o tos
- Tos con sangre
- Salivación excesiva
- Saliva con sangre
- Dificultad para comer
- Negarse a comer
- Letargo
- Estar retraído
- Arcadas
- Vómitos
- Diarrea
- Esfuerzo al tratar de defecar
- Abdomen dolorido o contraído
- Demasiado lloriqueo y gemidos, ya que esto puede indicar dolor
En conclusión, debido a los riesgos asociados, siempre desaconsejamos alimentar a tu cachorro con cualquier tipo de hueso, y también te sugerimos que hagas todo lo posible para evitar que coma huesos o cualquier otro objeto, tanto en casa como en sus paseos (especialmente si ya lo ha intentado hacer antes).
Además, si tienes algún otro alimento de consumo humano que quieras compartir con tu amigo canino, tenemos muchos artículos útiles sobre lo que los perros pueden comer y lo que deben evitar.