Gripe de los gatos: Síntomas, tratamientos y efectos a largo plazo
La gripe en los gatos puede ser igual que la gripe humana: los síntomas pueden incluir secreción nasal y dolor muscular, y se necesita mucho amor y cuidado para recuperarse. Aprende a detectar los signos y síntomas de la gripe felina y a tratarla.
¿Cuáles son los síntomas de la gripe felina?
Si alguna vez te ha dado la gripe, sentirás compasión por tu gato. Esta enfermedad en los gatos no es muy diferente de la variante humana. Al igual que en las personas, la mayoría de los gatos pueden combatirla; sin embargo, en el caso de los gatos mayores, los gatitos o los gatos con afecciones de salud subyacentes, puede ser más grave. La gripe felina suele ser vírica, lo que significa que en la mayoría de los casos los antibióticos no serán eficaces.
Por suerte, existen vacunas para gatos. Aunque no garantiza una defensa total, vacunar a tu gato será de gran ayuda para protegerlo, especialmente si estás planeando un viaje a una residencia felina o a cualquier entorno en el que se mantengan grupos de gatos juntos.
¿Qué es la gripe felina?
Ya sea que estén estornudando o resfriándose, los síntomas de la gripe felina pueden ser bastante fáciles de identificar una vez que sabes a qué debes prestar atención. Esta es una lista de algunos de los signos más comunes que hay que tener en cuenta:
Estornudos: es la principal vía de contagio de la enfermedad. Unas pocas gotas del estornudo de un gato infectado pueden viajar varios metros.
Goteo nasal
Dificultad para respirar o respiración ruidosa
Babeo
Pérdida del apetito
Temperatura elevada
En casos graves, úlceras alrededor de los ojos
Los síntomas pueden variar enormemente en gravedad: mientras que una cepa del virus puede provocar solo algunos estornudos y secreción nasal, otra puede dar lugar a complicaciones potencialmente mortales.
Por más leves o graves que sean los signos, no te arriesgues. En cuanto detectes los síntomas de la gripe felina, lleva a tu mascota al veterinario.
¿Es contagiosa la gripe felina?
La gripe felina, al igual que su molesto equivalente humano, es muy contagiosa. Los estornudos de los gatos infectados pueden proyectar el virus a varios metros de distancia, por lo que no siempre es necesario el contacto directo para que otro gato se infecte. Para evitar el contagio, asegúrate de limpiar regularmente la cama, los platos y la caja de arena de tu gato.
El virus puede esconderse en lugares inesperados e incluso puede ser transmitido por otras personas. Los gatos también pueden ser portadores de la enfermedad sin mostrar ningún signo de ella.
La única forma de evitar el contagio es limpiar regularmente los objetos cotidianos de tu gato y mantener a las mascotas infectadas alejadas de otros animales.
¿Cómo se trata la gripe felina?
Aunque los antibióticos pueden ayudar con ciertas complicaciones, actualmente no existe un tratamiento único para la gripe felina. En cambio, mantener a tu gato cómodo y cuidarlo en casa es la mejor forma de que mejore.
Mantén la hidratación: anima a tu mascota a beber agua. El agua puede ayudar a aflojar las membranas mucosas. El vapor también puede ser beneficioso, así que, si tu gato está dispuesto, podrías intentar hacer que te acompañe en el baño mientras tomas un baño largo y caliente.
Procura que tenga los ojos y la nariz despejados: limpia suavemente las secreciones que se acumulen con un algodón humedecido en agua con sal.
Si tiene poco apetito, intenta animarlo a comer. Puede que le duela la garganta, así que ofrécele alimentos que sean fáciles de tragar. También es posible que haya perdido el sentido del olfato, por lo que puedes intentar tentarlo con alimentos de olor más fuerte.
En general, mantén a tu gato calentito, seco y cómodo, con todos sus elementos familiares cerca. Si en tu casa hay otros gatos que no estén infectados, crea un espacio aislado para que tu gato se recupere. Prepáralo con su caja de arena y su cama cerca, y con abundante agua y alimento fresco a su disposición.
Gripe felina en gatitos
Por desgracia, los gatos jóvenes también pueden contraer la gripe. Los gatitos aún están desarrollando sus defensas inmunitarias, lo que significa que contraer la gripe puede ser especialmente problemático para estos pequeños. Pueden experimentar síntomas más graves de la gripe felina, como:
Dificultad para respirar
Úlceras oculares
Infecciones pulmonares
Por eso es importante que te comuniques con el veterinario en cuanto notes los primeros síntomas de gripe felina en tu gatito.
El veterinario suele recomendar que le des a tu gatito mucha agua, una cama cálida y que te asegures de que no se salte ninguna comida. En casos graves de gripe felina, podría ser necesario recurrir a medicamentos. Es importante seguir al pie de la letra las instrucciones del veterinario para asegurarse de que se elimine el virus, de modo que el gatito pueda volver a sus divertidas aventuras lo antes posible.
La mejor forma de evitar que la gripe felina afecte a tu gatito es vacunarlo. Los gatitos pueden recibir la vacuna a partir de las 8 semanas de edad, así que consulta a tu veterinario para que te aconseje lo mejor.
¿Cuáles son los efectos a largo plazo de la gripe felina?
La mayoría de los gatos que contraen la gripe felina se recuperan sin repercusiones a largo plazo en su salud. El problema más común tras un episodio de enfermedad es que tu gato pueda convertirse en portador del virus. Normalmente no hay forma de saberlo o de protegerse contra ello, pero sí significa que serán potencialmente infecciosos para otros animales.
Es posible que tu gato sufra pequeñas recaídas de la enfermedad en momentos de estrés. A veces también pueden sufrir rinitis crónica (goteo nasal permanente).
En el peor de los casos, algunos gatos padecerán una gingivitis prolongada (inflamación de la boca) que requiere tratamiento farmacológico y, en ocasiones, extracción de dientes.
Otra preocupación pueden ser los daños en los ojos causados por las úlceras. Esto puede provocar discapacidades a largo plazo e incluso requerir la extirpación de un ojo. Presta atención a los ojos doloridos, caídos o parcialmente cerrados y, si detectas estos signos, lleva a tu mascota directamente al veterinario.
En la mayoría de los casos, los gatos se recuperan en cuestión de semanas. Para asegurarte de que tu gato vuelva a estar saludable y feliz, acude pronto al veterinario.
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