Todo lo que debes saber sobre los abscesos felinos
Los abscesos pueden afectar a cualquier gato en cualquier momento de su vida. Así que, si tienes un felino en la familia, lo más probable es que algún día tenga un absceso felino y tu mascota confiará en tu ayuda para volver a ser la de siempre.
Sigue leyendo para descubrir lo que debes saber sobre los abscesos felinos, qué hacer cuando revientan y cómo saber cuándo es el momento de pedir ayuda al veterinario.
¿Qué son los abscesos en gatos?
Un absceso en un gato aparece cuando el organismo lucha contra una infección bacteriana localizada. Se forma como una bolsa de pus, que consiste en bacterias y glóbulos blancos. La mayoría de las veces, los abscesos están asociados a una herida infectada o a un arañazo, y aparecen como un bulto bajo la piel. Otros tipos son los abscesos dentales y los internos, que se ven con menos frecuencia.
¿Cuáles son los síntomas de un absceso en gatos?
La inflamación es el signo más evidente de un absceso en un gato, pero no suele ser el primer síntoma que aparece. Al principio, tu gato puede estar aletargado, tener fiebre o no comer tanto como de costumbre. A medida que el absceso se desarrolla en los días siguientes, otros síntomas pueden volverse aparentes, entre ellos:
Inflamación localizada
Enrojecimiento
Úlcera supurante
Pérdida de pelo en el área afectada
Cojera
Dolor
Si el absceso del gato se revienta, notarás una secreción maloliente.
Los síntomas de un absceso dental en gatos son menos evidentes y pueden incluir:
Babeo
Rostro hinchado
Falta de apetito
Pérdida de peso
Diente suelto
Fiebre
Es importante que te comuniques con un veterinario si notas alguno de estos síntomas. Por lo general, un absceso puede tratarse fácilmente, pero, si no se trata, existe la posibilidad de que tu gato se enferme gravemente.
¿Qué causa un absceso en un gato?
Una de las causas más comunes de un absceso es una herida o un arañazo de otro animal, normalmente otro gato. Los felinos energéticos o los que salen mucho a la calle suelen tener enfrentamientos que acaban en arañazos o mordiscos. Cuando esto ocurre, las bacterias de los dientes o las garras se introducen eficazmente en la herida resultante. La piel de un gato tiende a sanar rápidamente, sellando la herida y atrapando las bacterias debajo de la piel. Luego, las bacterias proliferarán en una bolsa debajo de la piel, un absceso en un gato.
Las lesiones causadas por objetos, como palos o uñas, también pueden provocar abscesos, pero lo más frecuente es que el culpable sea otro gato. Ten en cuenta que, si un gato te ha arañado o mordido, es importante que pidas ayuda médica, ya que los humanos también pueden contraer infecciones por mordeduras de gato.
Si el absceso está en el rostro del gato, es posible que no haya sido causado necesariamente por una herida. Otra posibilidad es un absceso dental que se forma cuando se desarrolla una infección debajo de las encías. Esto puede deberse a una mala higiene bucal o, a veces, a traumatismos en la boca.
Los abscesos internos también se observan en los gatos. Aunque son menos frecuentes, a veces, se pueden desarrollar abscesos pulmonares, cerebrales o incluso hepáticos. Están causados por una infección que alcanza el órgano interno y, a veces, se asocian a un objeto extraño.
¿Cómo se trata un absceso en un gato?
El tratamiento variará en función de la profundidad y gravedad de la infección. En la mayoría de los casos, el veterinario limpiará la zona del absceso en la medida de lo posible y puede recetar antibióticos a fin de combatir la infección, así como alivio del dolor para reducir las molestias de su gato, si corresponde. En casos menos frecuentes, es posible que sea necesario tratar el absceso quirúrgicamente.
Mientras se cura la herida de tu gato, asegúrate de mantener la zona limpia y darle la oportunidad de que se mantenga alejado del ajetreo de la casa, sobre todo si hay otras mascotas cerca. En una o dos semanas, tu gato debería volver a ser el de siempre.
Si tu gato padece un absceso en la raíz del diente, es posible que el veterinario tenga que extraer el diente afectado.
¿Puede un gato morir de un absceso?
Aunque los abscesos suelen tratarse con relativa facilidad, a veces, pueden ser potencialmente mortales, sobre todo si son el resultado de una herida infligida por otro gato. Las enfermedades infecciosas, como la leucemia felina, el virus de inmunodeficiencia felina (VIF) o la rabia, se pueden transmitir a tu mascota por otro gato a través de mordeduras o rasguños. En el caso de la rabia, esto también puede infectar a los seres humanos, por lo que es importante mantenerse al tanto de las vacunas del gato para minimizar el riesgo de infección.
¿Se pueden prevenir los abscesos en gatos?
La buena noticia es que cualquier dueño de un gato puede tomar medidas para reducir las probabilidades de que su mascota sufra un absceso. Castrar a tu gato es importante para disminuir el comportamiento agresivo que tan a menudo provoca los enfrentamientos entre felinos. Dependiendo del número y la naturaleza de los gatos en tu vecindario, a veces, es conveniente restringir el tiempo que tu gato pasa al aire libre para reducir el riesgo de heridas. Mantener limpios los dientes de tu gato también puede ayudar a prevenir abscesos dentales.
Los abscesos en gatos suelen pasar desapercibidos durante algún tiempo, ya que pueden quedar ocultos por el pelo, sobre todo si tu gato tiene un pelaje largo y esponjoso. Revisar el pelaje de tu gato mensualmente es una excelente manera de detectar cualquier signo inusual al principio.
Para obtener más consejos de los expertos de Purina sobre la salud de los gatos, revisa nuestros otros artículos sobre síntomas en los gatos.