La historia de Liberty
Incluso los héroes necesitan héroes
Luego de alistarse de nuevo en el ejército tras el 11 de septiembre, Carlos Perez se encontraba en un convoy a las afueras de Kirkuk (Irak), cuando un artefacto explosivo improvisado (Improvised Explosive Device, IED) estalló justo debajo de su humvee (vehículo militar multipropósito 4 × 4). Desde ese momento, Carlos nunca volvió a ser el mismo. Los primeros años después de regresar a casa fueron difíciles. La alegría que brotaba de la actitud estoica de Carlos antes de la guerra había desaparecido. Trabajar era duro para él. Solo oír llorar o gritar a su hijo de un 1 año lo ponía nervioso. Y salir de casa era imposible para Carlos.
Diez años después del trauma, las cosas no mejoraban para él. Afortunadamente, su mujer empezó a oír hablar de perros de servicio psiquiátricos que podían ayudar a las personas a afrontar el trastorno de estrés postraumático (TEPT), y en su investigación dio con la organización de perros de servicio Paws for Purple Hearts (PPH). Cuando esta organización escuchó la historia de Carlos y lo mal que la estaba pasando por el TEPT, años después de volver de la guerra, decidieron agilizar su proceso de inscripción y lo invitó a acercarse para interactuar con algunos de los perros.
Como aprender a conducir
Carlos se sintió atraído de inmediato por la perra de servicio Liberty. Y de alguna manera, esta golden retriever se sintió atraída por Carlos. Fue como, si de alguna forma, Liberty pudiera sentir inmediatamente el dolor de Carlos y supiera que necesitaba ayuda. La gente de PPH también vio esta conexión natural y supo que Liberty era la perra de servicio para Carlos.
Luego, PPH estableció un período de orientación para ayudar a Liberty y a Carlos a conocerse. Liberty ya estaba adiestraba para realizar más de 110 habilidades, así que aprender sus órdenes fue casi como aprender a conducir un automóvil para Carlos. Durante ese período de adaptación, los dos empezaron a crear un profundo vínculo. “Hay una conexión que nunca había visto entre un perro y un ser humano”, dice la esposa de Carlos.
Alertas de ansiedad y mucho más
Gracias a su exhaustivo adiestramiento, Liberty puede usar una gran variedad de habilidades para mitigar los síntomas del TEPT de Carlos. Si Carlos está sentado cuando tiene ansiedad, Liberty realiza una terapia de presión profunda: apoya sus dos patas delanteras y su cabeza en el regazo de Carlos hasta que él la suelte. Si Liberty detecta ansiedad en Carlos mientras el veterano está de pie, le da unos golpecitos con la nariz para ayudarlo a salir de sus pensamientos y volver a centrarse en ella. Por la noche, según los síntomas de angustia de Carlos, Liberty le da un golpecito o le quita la manta para despertarlo de un episodio de terror nocturno. Carlos también hace que Liberty entre en una habitación oscura y encienda las luces antes de que él entre.
Llévame al partido
Poco después de que Carlos tuviera a Liberty, recibió una llamada de los Dodgers de Los Ángeles. En cada partido de local, los Dodgers sacan a un veterano al campo en agradecimiento por su servicio, y querían hacerlo con Carlos. A Carlos le encantan los Dodgers desde que era niño. Sin embargo, debido a su ansiedad, su familia pensó que Carlos se negaría a ir. Sin embargo, cuando se enteró de que podía llevar a Liberty al campo con él, aceptó la invitación.
El día del partido, cuando sacaron a Carlos al campo de juego, su familia pudo ver, a través de la pantalla gigante, que Carlos estaba incómodo y abrumado. Pero cuando el locutor del estadio empezó a contar la historia de Carlos, él empezó a concentrarse simplemente en Liberty, que seguía acurrucada junto a él y lo calmaba para que superara este acontecimiento. Cuando terminó el video, 50,000 personas ovacionaron a Carlos en el estadio al que solía ir con su padre cuando era niño.
Según la esposa de Carlos, “no hay ninguna posibilidad de que esto ocurra sin Liberty en su vida”.