Enfermedad de Addison en perros
La enfermedad de Addison en perros es un trastorno causado por niveles insuficientes de hormonas producidas por las glándulas suprarrenales. Se llama así por Thomas Addison, científico británico que descubrió la enfermedad.
Preparamos esta guía para contarte todo lo que necesitas saber sobre la enfermedad de Addison en perros, incluidos los síntomas y las opciones de tratamiento disponibles en la actualidad. Sigue leyendo para obtener más información.
¿Qué es la enfermedad de Addison en perros?
Enfermedad de Addison es el nombre común para el hipoadrenocorticismo, una enfermedad que se produce cuando hay niveles insuficientes de algunas de las hormonas producidas por dos glándulas pequeñas, conocidas como glándulas suprarrenales. Estas glándulas se encuentran cerca de los riñones y son responsables de producir varias hormonas importantes.
Uno de estos grupos de hormonas son los glucocorticoides. Entre ellos se encuentra el cortisol, que a menudo se conoce como la “hormona natural del estrés”. El cortisol desempeña diversas funciones importantes en el cuerpo, en especial en el metabolismo y el sistema inmunitario. Este se produce en la corteza suprarrenal.
Otro grupo de hormonas producido por las glándulas suprarrenales son los mineralocorticoides. Entre ellos, se incluye la aldosterona, que juega un papel fundamental para mantener el equilibrio de electrolitos como el sodio y el potasio. Los mineralocorticoides se producen en la capa más externa de las glándulas suprarrenales, conocida como la zona glomerular.
Cuando el organismo de tu perro produce niveles insuficientes de estas hormonas, puede tener graves consecuencias para su salud.
¿Qué causa la enfermedad de Addison en perros?
La enfermedad de Addison en perros ocurre cuando algunas de las hormonas suprarrenales se producen en cantidades insuficientes.
El hipoadrenocorticismo primario es el tipo clásico de la enfermedad de Addison, y significa que la producción de glucocorticoides y mineralocorticoides se ve afectada. La causa más probable es que el propio sistema inmunitario del cuerpo ataque las glándulas, lo que se conoce como proceso autoinmune. Con menos frecuencia, este fenómeno puede provocarse debido a un cáncer dentro de las glándulas, una infección o la falta de suministro de sangre. A veces, en perros que reciben tratamiento para la enfermedad de Cushing, estas hormonas pueden sufrir una crisis de Addison, lo que significa que los niveles hormonales se suprimen en exceso debido a medicamentos como el mitotano o el trilostano, con lo que se imita la enfermedad de Addison.
El hipoadrenocorticismo atípico ocurre cuando existe una producción insuficiente de glucocorticoides, pero se produce una cantidad suficiente de mineralocorticoides. A veces, los perros que se presentan como atípicos pueden desarrollar la enfermedad de Addison típica en el futuro.
El hipoadrenocorticismo secundario puede producirse cuando hay una deficiencia de una de las hormonas dentro del cerebro: la ACTH (hormona adrenocorticotrópica) o la CRH (hormona liberadora de corticotropina). La función de la ACTH es estimular las glándulas suprarrenales para que liberen cortisol, mientras que la CRH es el regulador central de la respuesta del cuerpo al estrés.
La enfermedad de Addison puede afectar a perros en cualquier etapa de su vida, pero es más frecuente en hembras caninas jóvenes y de mediana edad. Además, hay ciertas razas que tienen mayor predisposición a padecer la enfermedad, entre ellas: El perro de agua portugués, el west highland terrier, el gran danés, el poodle estándar y el collie barbudo.
¿Cuáles son los primeros síntomas de la enfermedad de Addison en perros?
Los signos clínicos de la enfermedad de Addison generalmente se desarrollan con el tiempo y pueden ser inespecíficos, leves o vagos, y pueden variar con el tiempo. Los síntomas también pueden convertirse en una afección potencialmente mortal con rapidez. Si bien los perros pueden experimentar ciertos síntomas en las primeras etapas de la enfermedad, pueden evolucionar hacia otros síntomas. Algunos de los signos más comunes que muestran los perros con la enfermedad de Addison son los siguientes:
- Pérdida de peso
- Falta de apetito
- Aumento de la ingesta de agua y de la micción
- Temblores
- Diarrea
- Vómitos
- Letargo
- Debilidad
- Colapso
Los síntomas en las primeras etapas incluyen depresión y letargo, pero suelen ser vagos e inespecíficos. Puedes notarlo si tu perro no muestra energía o voluntad para levantarse después de estar acostado. Parecen menos juguetones de lo habitual y menos interesados en pasar tiempo interactuando con sus juguetes favoritos o con otras mascotas y personas.
En las últimas etapas de la enfermedad de Addison, pueden desarrollarse casos más graves. Tu perro puede experimentar una frecuencia cardíaca baja, la que se conoce como crisis de Addison. Esta crisis sucede como consecuencia de tres factores: una cantidad anormal de electrolitos en el cuerpo, un pulso débil debido a la deshidratación y una presión arterial extremadamente baja. La crisis se manifiesta con debilidad repentina, vómitos y diarrea graves y, a veces, colapso. La crisis de Addison se considera una emergencia médica, y tu perro requerirá tratamiento veterinario inmediato.
Diagnóstico de la enfermedad de Addison en perros
Puede ser complicado diagnosticar la enfermedad de Addison y a menudo implica pruebas de diagnóstico para ayudar a descartar otras enfermedades más comunes, ya que los signos que aparecen son relativamente inespecíficos y pueden darse en una amplia gama de condiciones. Para realizar un diagnóstico de la enfermedad de Addison, tu veterinario primero hará un historial mediante preguntas acerca de cuándo comenzaron los síntomas y cualquier otro cambio que hayas notado.
Es probable realice análisis de sangre que suelen mostrar niveles altos de potasio y bajos de sodio en la sangre para esta enfermedad. Los resultados de dicho análisis son un indicativo de la enfermedad de Addison, pero no son un diagnóstico definitivo, ya que dichos niveles pueden aparecer en otros problemas de salud subyacentes, como una enfermedad renal. A veces, el recuento de glóbulos blancos puede proporcionar información adicional útil en esta etapa.
Con frecuencia, se realiza una prueba de estimulación con ACTH. En este procedimiento, se miden los niveles de cortisol en la sangre del perro antes y después de una inyección de ACTH. Los perros con una respuesta hormonal normal mostrarán un nivel elevado de cortisol después de la inyección de ACTH, mientras que aquellos que padecen Addison tienen una capacidad reducida para producir hormonas de cortisol y, a menudo, presentan una elevación menos marcada en los niveles.
Como parte del proceso, también pueden realizarse radiografías de tórax, ecografía abdominal y monitorización del electrocardiograma.
Cómo tratar la enfermedad de Addison en perros
Si bien no hay cura para la enfermedad de Addison en perros, puede controlarse a largo plazo con un tratamiento de reemplazo hormonal, y muchos perros viven una vida larga y feliz después del diagnóstico.
Puede que tu veterinario tarde un tiempo en determinar la dosis correcta para administrar a tu perro, ya que se trata de un equilibrio delicado que varía entre pacientes. Tendrás que hacer visitas al veterinario de forma regular para que pueda reevaluar los niveles de hormonas y electrolitos. Algunos tipos de medicamentos pueden administrarse en forma de tabletas, mientras que otros pueden implicar una inyección regular.
Es probable que tu perro necesite un análisis de sangre regular para asegurarse de que el medicamento se esté administrando en la dosis correcta. Estas pruebas generalmente serán más frecuentes al principio, o si tu perro cambia de dosis, pero tu veterinario te informará con qué frecuencia debes realizarle análisis de sangre a tu mascota.
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