Cómo mantener frescos a los perros en verano

Mantener frescos a los perros en el verano puede ser sencillo. Asegúrate de que haya suficiente agua fresca y evita el ejercicio durante los momentos más calurosos del día.

Durante el verano, muchas personas salen al aire libre para disfrutar de los días cálidos y la luz solar. Si tienes un perro, no hay nada mejor que llevarlo contigo para que puedan disfrutar juntos el clima cálido. Sin embargo, ten en cuenta que los perros pueden sufrir un golpe de calor en las temperaturas cálidas.

Por suerte, puedes llevarlos en casi cualquier aventura, siempre y cuando tomes algunas precauciones. Te presentamos algunas sugerencias útiles sobre cómo mantener frescos a los perros en el verano.

Seis sugerencias para mantener frescos a los perros en el verano

1. Ten a mano abundante agua fresca

Ya sea que lleves a tu perro a una caminata o que simplemente juegues con él en el patio, es importante que tenga agua fresca al alcance. Los perros que no se hidratan de manera adecuada durante el tiempo de juego corren el riesgo de sufrir estrés por calor. Esto sucede, sobre todo, durante el clima cálido y húmedo, por lo que es importante proporcionarles descansos frecuentes y pausas para beber agua.

Se estima que las necesidades de agua de los perros pueden más que duplicarse cuando hacen ejercicio con temperaturas cálidas. Lleva un recipiente portátil y plegable de agua o una botella con atomizador, y asegúrate de hidratarlo de manera adecuada con pequeñas cantidades de agua cada 15 a 20 minutos durante el ejercicio.

Es fundamental saber cómo enfriar a un perro cuando se sobrecalienta. Comienza hidratando a tu perro y llevándolo a la sombra de inmediato si comienza a jadear en exceso. Sin embargo, Arleigh Reynolds, investigador sénior de nutrición y veterinario de Purina, recomienda no dar demasiada agua a la vez.

“No dejes que un perro de entre cuarenta y cinco y cincuenta y cinco libras beba más de cuatro a ocho onzas de agua a la vez. Dale más [agua] entre diez y quince minutos después, cuando haya tenido tiempo para absorberla y sacarla del estómago”. Dar demasiada agua a la vez puede causar vómitos, hinchazón y otras enfermedades peligrosas.

2. Juega en el agua

Otra sugerencia para quienes se preguntan cómo enfriar a un perro es recordar que, cuando un perro está mojado, está fresco. Planifica actividades veraniegas al aire libre con tu perro que involucren jugar en el agua, como correr por los rociadores o nadar en piscinas o lagos. Las actividades acuáticas son una de las formas más divertidas de proteger a tu perro del calor del verano.

3. Evita el calor del mediodía

Tú y tu perro pueden hacer ejercicio al aire libre en cualquier momento del día, pero deben tener en cuenta el calor y la humedad. Pueden caminar o correr al mediodía en un día templado y nublado con baja humedad.

Si hay sol, con una temperatura de 80 °F y humedad alta, es mejor evitar el calor del mediodía. Si necesitas hacer algo de ejercicio en ese momento del día, intenta ir temprano por la mañana o más tarde por la noche cuando no haga tanto calor.

Recuerda revisar la temperatura del pavimento antes de salir. Incluso en los días más templados, el asfalto puede calentarse demasiado bajo la luz solar directa. Asegúrate de colocar la mano sobre el pavimento para comprobar la temperatura. También puedes verter agua sobre el asfalto. Si se evapora de inmediato, significa que está demasiado caliente para tu perro.

“Puedes conseguir pequeñas botas para las patas de tus perros, pero también debes tener cuidado con ellas”, afirma el Dr. Reynolds. “Si se calientan, causarán problemas de todos modos”. Prefiere pasear a sus perros por senderos. Como no son superficies duras y suelen estar a la sombra, es menos probable que causen lesiones.

4. Nunca dejes a tu perro dentro de un automóvil estacionado

Nunca dejes a tu perro dentro un automóvil estacionado, incluso si las ventanas están bajas. Incluso en los días más templados, las temperaturas dentro de un vehículo pueden subir con rapidez a niveles peligrosos y potencialmente mortales.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC), “los automóviles estacionados que reciben luz solar directa pueden alcanzar temperaturas internas de hasta 131 °F a 172 °F cuando afuera la temperatura es de 80 °F a 100 °F”.

Si quieres llevar a tu perro a un viaje por carretera este verano, el Dr. Reynolds afirma que “en el automóvil con aire acondicionado está bien. Sin embargo, debes prestarle atención para ver si comienza a jadear. Si el perro no está acostumbrado a viajar, la ansiedad adicional por el viaje puede ser suficiente para llevar a tu perro al límite”. Los perros pueden marearse dentro del vehículo, y jadear puede ser un signo de náuseas y estrés.

El Dr. Reynolds entrena a sus perros desde pequeños, por lo que no solo están acostumbrados a viajar, sino que además es algo que esperan con ansias.

5. Descarta las casas para perros

La mayoría de las casas para perros no permiten la circulación de aire, lo que las hace peligrosas en el calor del verano. Si necesitas mantener frescos a los perros de exterior en verano, asegúrate de que haya mucha sombra donde puedan relajarse y de que tengan agua fresca al alcance. Agregar hielo al recipiente de agua también puede ayudar.

6. Conoce los signos del golpe de calor en los perros

Cada vez que estés fuera de casa con tu perro, presta atención a su comportamiento, lenguaje corporal y otras cosas.

Según el Dr. Reynolds, hay un par de cuestiones en las que fijarse, como “el jadeo y el entusiasmo de tu perro por seguir con la actividad. Si tu perro de repente comienza a rehusarse a seguir mientras caminan o corren, esa es una señal clara de que necesita descansar y refrescarse”. Otro aspecto que tener en cuenta es cómo tiene las orejas y la cola.

“Si las orejas de tu perro están erguidas, y él está alerta y mirando a su alrededor, es excelente. Si comienzan a caerse, es preocupante. Lo mismo ocurre con la cola. Noté que, cuando muchos perros entran en calor, si la cola suele estar erguida y arqueada, esta comenzará a bajar o, incluso, bajará por completo, lo que es otra señal de advertencia”.

Otro indicio de golpe de calor es el tamaño y la longitud de la lengua. El jadeo es la forma que tienen los perros de refrescarse y, a medida que la lengua crece en ancho y longitud, intentan descargar más calor, y es posible que no puedan hacerlo tanto como necesitan.

Los golpes de calor son un grave riesgo para los perros en los días calurosos. Los cachorros, los perros ancianos y aquellos con mala salud tienen un mayor riesgo. Si sigues los consejos anteriores, podrás evitar el sobrecalentamiento y el golpe de calor en los perros, pero es fundamental saber a qué prestar atención.

Estos son algunos de los síntomas del golpe de calor:

• jadeo o salivado excesivo,
• malestar evidente,
• vómitos y diarrea,
• desorientación,
• convulsiones.

Si notas alguno de los síntomas anteriores, lleva a tu perro a un entorno más fresco lo antes posible y llama al veterinario para obtener más instrucciones. El Dr. Reynolds recomienda llevar contigo un termómetro digital para que puedas controlar la temperatura de tu perro.

“Si la temperatura corporal de tu perro supera los 104 °F, es momento de sacarlo del sol y disminuir el nivel de actividad”, afirma. “Una temperatura corporal de 104 °F no es peligrosa, pero está cerca de serlo. Los perros que soportan bien el calor pueden llegar a una temperatura de 109 °F y, al cabo de un minuto, esta disminuirá a 104 °F y, luego, a 102 °F.

Cuando la temperatura de tu perro se mantiene elevada, incluso luego de detener la actividad y salir del calor, es una señal de que debes intervenir”.

El Dr. Reynolds recomienda que rocíes el pecho y las axilas de tu perro con agua fría y que frotes o que mojes las patas. También puedes enjuagarle la boca con agua, lo que contribuye a la eficacia de su sistema de enfriamiento interno.

Es posible que muchos signos de golpe de calor no aparezcan durante varios días, así que debes estar atento a sus actividades al aire libre. La atención veterinaria inmediata puede prevenir o tratar algunas de estas complicaciones.

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