Juegos mentales para perros
Los juegos clásicos como “lanzar y traer” son muy divertidos para ti y tu perro, pero el ejercicio no solo se trata de correr. El ejercicio mental también es importante, ya que puede eliminar el aburrimiento y enseñar a tu perro nuevas y excelentes habilidades.
Los juegos mentales para perros pueden mantener a tu mascota alerta cuando no puede jugar fuera por la lluvia; sin embargo, tu perro disfrutará de estos juegos en cualquier momento. Además, también son geniales para perros de cualquier edad; los juegos mentales para cachorros desafían su cerebro en desarrollo y les hacen aprender habilidades nuevas. Asimismo, pueden mantener estimulados a los perros adultos e incluso ayudar a los perros de edad avanzada a mantenerse alerta y activos.
Reunimos diez de nuestros juegos mentales favoritos para perros.
1. Búsqueda del tesoro
¡Este es un gran juego mental para probar las habilidades de pensamiento de tu perro! Esconde trozos del bocadillo favorito de tu perro en diferentes lugares de la casa (o, si hay buen tiempo, en el jardín) y deja que busque un premio sabroso. Tu perro tendrá que usar su nariz para oler el premio.
Cada vez que juegues a este juego mental para perros, oculta los bocadillos en lugares cada vez más difíciles para que el juego siga siendo interesante. Si a tu perro le encanta seguir olores (por ejemplo, si tienes un sabueso), trata de dejar un “camino” por la casa o el jardín a fin de que lo sigan. Solo tienes que utilizar un bocadillo con aroma delicioso, tocar con él las superficies de la casa creando un camino continuo y ocultarlo al final.
Los perros disfrutan rastreando olores; sin embargo, para evitar que se pasen todo el día buscando comida en la casa o el jardín, una buena idea puede ser agregar una señal de inicio del juego (como “busca”) y otra para finalizarlo (“termina”). De esta forma, tu perro sabrá cuándo puede buscar y cuándo relajarse una vez que el juego haya terminado.
2. Juguetes para entrenar el cerebro
Un juego mental muy simple para los perros implica esconder bocadillos en un juguete especial. Hay muchos juguetes que puedes comprar con este fin; solo tienes que colocar algunos de los bocadillos favoritos de tu perro y ver cómo intenta sacarlos.
Esto puede implicar hacer rodar el juguete de una determinada forma, apretarlo o tener mucha determinación. Sea cual sea el juguete que elijas, te permitirá distribuir sus bocadillos o comida durante un período más largo, además de mantenerlo ocupado.
3. Aprendizaje de algunos trucos
Enseñar a tu perro algunos trucos es una gran manera de pasar tiempo de calidad con ellos y hacer que su cerebro esté activo. Enséñale a reconocer objetos, buscar tus pantuflas o rodar con una orden.
Además de impresionar a las personas, ¡estos juegos mentales para perros mejorarán la memoria y la atención de tu perro! Descubre aquí cinco técnicas avanzadas de entrenamiento canino que puedes enseñar a tu mascota.
4. Tres vasos
Este juego es genial para animar a tu perro a ponerte atención. Todo lo que necesitas es tres vasos y un pedazo de un bocadillo.
Antes de comenzar el juego mental para perros, asegúrate de que cada uno de los vasos huela como el bocadillo; una buena forma de hacerlo es frotarlo por el borde interior de cada vaso. A continuación, con tu perro mirándote, coloca el bocadillo debajo de uno de los vasos dados vuelta; los otros vasos también deben estar en esa posición.
Con tu perro todavía mirando, revuelve los vasos y deja que utilicen la pata o la nariz para dar vuelta el vaso correcto. Si elige el equivocado, muéstrale el bocadillo, pero no se lo des; ¡vuelve a revolver los vasos y deja que siga intentándolo hasta que pueda encontrar el vaso correcto!
5. Juego mental avanzado para perros: pensamiento independiente
Este juego mental avanzado para perros fomenta el pensamiento independiente, ya que tu perro es recompensado por probar “trucos” nuevos que crearon ellos mismos. Esta es una gran manera de fomentar su capacidad inventiva.
Dale a tu perro algo bastante desconocido con lo que interactuar (como una silla) y dile “truco”. Cuando tu perro interactúe con ella (por ejemplo, podría olfatearla), dale un bocadillo.
Vuelve a dar la orden de “truco”. Siempre que tu perro haga algo nuevo, como empujar la silla, dale otro bocadillo.
Sigue dándole la orden y una recompensa cada vez que hagan algo nuevo. Si repite el mismo comportamiento, como empujar la silla una segunda vez, solo ignóralo y no le ofrezcas la recompensa.
Después de un rato, tu perro se dará cuenta de que, probar nuevas acciones cuando dices “truco”, tendrá como resultado un bocadillo. Pronto se le ocurrirá todo tipo de formas creativas para ganarse el bocadillo, como saltar a la silla o ponerse debajo de ella.
6. Encontrar el juguete
El primer paso al jugar este juego es elegir un juguete. Puede ser cualquiera de los favoritos de tu perro, pero asegúrate de que pueda reconocerlo con facilidad y disfrute recuperándolo. Cuando jueguen, una buena idea es elegir lugares fáciles para esconder, como debajo de una manta o detrás de un cojín, donde pueda ver un poco.
Empieza por animar a tu perro a buscarlo mostrándole el juguete y que lo huela. A continuación, mientras está prestando atención, ve a uno de los lugares escondidos y coloca el juguete allí, mientras lo animas a encontrarlo con palabras clave como “¡busca!” o “¡encuentra el juguete!”
Las recompensas y las celebraciones son muy importantes cuando se trata de los juegos. Dale a tu perro muchas alabanzas, bocadillos y cariño cuando encuentre el juguete; puedes incluso jugar un breve juego de tirar y aflojar con el juguete como recompensa.
Después de un tiempo, puedes aumentar la dificultad del juego ocultando el juguete en lugares más difíciles, como detrás de las puertas, superficies más altas o incluso en áreas exteriores, si tienes un patio trasero.
Recuerda que puede ser una buena idea dar a tu perro una señal cuando quieras que termine el juego, para que también pueda relajarse (como “termina” o “detente”).
7. Juego de moldes para magdalenas
Para este juego, necesitarás solo un molde para magdalenas y algunos de los bocadillos favoritos de tu perro. Deben ser trozos pequeños, para que quepan en los cuencos del molde. A continuación, tendrás que presentarle el molde para magdalenas a tu perro, dejar que lo huela y que te observe mientras colocas los bocadillos. Una vez que esté involucrados y parezca interesados, cubre los bocadillos con algunos objetos diferentes, como una pelota de tenis, un juguete o cuadrados de tela. Recuerda supervisar con atención y evitar elementos que se puedan comer y causar una obstrucción.
El objetivo es que tu perro revise cada cuenco del molde y descubra el bocadillo levantando el objeto. También puedes utilizar una palabra clave para animarlos a jugar, como “¡encuéntralo!” o “¡saca el bocadillo!” y, luego, dales elogios y refuerzos positivos cuando tengan éxito. ¡Seguro que tu perro se divertirá mucho!
8. Asignar nombres a objetos
Otro gran juego mental para perros que puede mantener a un perro entretenido por horas es uno simple, pero altamente gratificante. Solo tienes que seleccionar algunos objetos que tu perro conozca y asignarles un nombre único, como “pelota”, “juguete” o “peluche”. Tu perro tendrá que aprender a reconocer el nombre y tomar el objeto específico correctamente.
Coloca uno de los objetos en el suelo delante tuyo (por ejemplo, una pelota). Cuando tu perro examine la pelota con la nariz o la pata, dale un bocadillo (sin decir nada). Después de hacer esto, oculta la pelota detrás de tu espalda y, cuando haya terminado de comer el bocadillo, vuelve a colocarla en el suelo. Cuando tu perro la toque de nuevo, vuelve a darle el bocadillo y repite el proceso varias veces.
A continuación, coloca la pelota en el suelo y di la palabra “pelota”. Notarás que el perro irá a tocarla (de hecho, lo habría hecho incluso si no hubieras dicho “pelota”). De esta manera, le habrás enseñado que el objeto se llama “pelota”. Después de esto, haz lo mismo con otro objeto. Cuando tengas dos objetos con nombres, por ejemplo, “pelota” y “peluche”, colócalos juntos y comprueba si los aprendió bien. Puedes hacer que el ejercicio sea más difícil cada vez agregando objetos nuevos.
VARIANTE: AÚN MÁS DIFÍCIL
Cuando tu perro ya conozca 10 objetos diferentes, prueba lo siguiente: coloca los 10 objetos frente a ti (aunque sería mejor hacerlo sin ver los objetos, ya que puede influir en su decisión). Toma un nuevo objeto (por ejemplo, una vaca de peluche), uno que nunca haya visto antes (recuerda, ya conocen 10 objetos diferentes), y colócalo con los otros 10.
Ahora, el perro tiene 11 objetos delante de él y no conoce uno de ellos. En este momento, di “vaca”. Es probable que tu perro aprenda, por proceso de eliminación, que el objeto nuevo que colocaste se llama “vaca” y, por lo tanto, ese será el que elija. Le habrás enseñado una nueva palabra (a través de la “asociación rápida”). De esta manera, puedes enseñarle muchas palabras nuevas muy rápidamente.
9. Pista de obstáculos
Si bien es mejor jugar este juego en el exterior, sin duda puedes adaptarlo también para el interior. Solo tienes que asegurarte de tener espacio libre y utilizar objetos seguros y estables, como conos, elementos para saltar bajos o aros de hula-hula, según el tamaño, la edad y la agilidad de tu perro.
La clave es familiarizar a tu perro con cada obstáculo, uno a la vez. Dale tiempo para que lo examine y huela, mientras usas un refuerzo positivo, como bocadillos o elogios. Una vez hecho esto, puedes iniciar la pista de obstáculos ordenándolos en una secuencia lógica y empezando por los más sencillos. Colócalos a una distancia cómoda, para que tu perro pueda correr por ellos sin problemas.
Comienza el juego usando órdenes básicas, como “siéntate”, “quieto”, “déjalo”, o “ven” para guiarlo por la pista. Es importante que comprenda estas órdenes, por lo que, si no las conoce ya, tendrás que enseñárselas primero. Finaliza siempre el juego con una experiencia gratificante para el perro, ¡como un bocadillo o un elogio!
10. Jugar a las escondidas
Al igual que el juego de las escondidas habitual, este es un juego que estimula en gran medida la mente de tu perro.
Una vez que hayas encontrado un escondite, da la orden para que tu perro comience a buscarte. Recuerda elegir lugares de escondite apropiados para asegurarte de que tu perro permanezca seguro mientras te busca. Cuando te encuentre, asegúrate de darle bocadillos y elogios, y mostrarle mucha emoción para mantener a tu perro participativo y entretenido. Lo mejor de este juego es que puedes repetirlo tantas veces como desees cambiando los lugares de escondite, o incluso con la participación de otros miembros de la familia.
Puntos de cierre: hay tres tipos de juegos para perros:
- Juegos para que tu perro juegue contigo: pelotas, cuerdas para tirar, frisbees, etc. Con estos juguetes, tu perro disfrutará mucho, siempre y cuando tú estés jugando con él. Es como una pelota para niños, en el sentido de que un niño puede jugar solo con una pelota durante un tiempo. Sin embargo, si tiene que pasar mucho tiempo con ella, es mejor formar dos equipos y jugar un partido de fútbol.
- Juegos para que tu perro disfrute solo durante un período prolongado (el equivalente en los niños sería una consola de videojuegos, con la que un niño puede pasar horas jugando solo, sin necesidad de que haya alguien con quien jugar). Todos los juguetes que dispensan alimentos son una buena opción.
- Juguetes cognitivos o aquellos diseñados no solo con el fin de mantener a tu perro ocupado, sino también para ayudarle a aprender cosas que los hagan utilizar su cerebro. Alfombrillas cognitivas, juguetes interactivos, etc. En este caso, la presencia del dueño también es importante porque, a menudo, es necesario ser de ayuda en el proceso de aprendizaje.
Cuando hayas dominado todos estos juegos mentales para perros, utiliza tu creatividad a fin de crear nuevos desafíos para tu perro. Si creas un juego genial, ¡cuéntanos!
A continuación, echa un vistazo a nuestra lista de siete bocadillos saludables para perros, ideales para entrenarlos y enseñarles trucos nuevos.