Correr con tu perro: cómo comenzar
Hacer ejercicio tiene muchas ventajas, tanto para las personas como para los perros. Según los estudios, tener un compañero de entrenamiento ayuda a las personas a aumentar la responsabilidad, la continuación y el éxito en el cumplimiento de los objetivos de salud. Y al igual que los seres humanos, los perros disfrutan de los beneficios mentales del ejercicio, así como de los beneficios físicos que ayudan a mejorar el rendimiento y la salud caninos, como el aumento de la masa muscular magra, la reducción de la grasa corporal y mucho más. Antes de comenzar a correr con tu perro, te damos algunos consejos.
1. Evalúa el estado físico de tu perro
La edad, la raza y el estado físico son factores importantes que se deben tener en cuenta a la hora de decidir las mejores maneras de ejercitar a tu perro. Estos factores también ayudan a determinar la distancia y la duración de cuando salen a correr juntos.
Por ejemplo, el cuerpo de los cachorros y sus habilidades de coordinación aún se están desarrollando; por lo tanto, mantener breves las sesiones sobre terrenos más accesibles como la tierra, el césped y senderos ayudará a proteger su cuerpo en crecimiento. Después de que alcanzan la madurez esquelética, los paseos y las carreras pueden alargarse poco a poco y realizarse por aceras y asfalto.
2. Ten en cuenta la raza de tu perro
Los perros de razas pequeñas y de miniatura a menudo parecen tener mucha energía y ser muy rápidos. Sin embargo, es posible que no tengan la resistencia de las razas de tamaño mediano, como el pastor australiano y el border collie.
Muchas razas desarrolladas para la caza y las pruebas de campo, como el golden retriever, el vizsla y el braco alemán de pelo corto, pueden ser excelentes acompañantes para salir a correr con un adiestramiento de resistencia adecuado.
Las razas más grandes, como el gran danés y el lobero irlandés, a menudo tienen problemas al correr largas distancias debido a su gran estatura esquelética.
Las razas braquiocefálicas, como el pug y el bulldog francés, necesitan cuidados especiales, ya que sus narices cortas pueden dificultar un poco más la respiración, en especial durante el ejercicio.
3. Preparación
Hay muchas cosas que debes tener en cuenta antes de que tú y tu perro salgan a hacer actividades. Corrobora tu lista para asegurarte de que tienes todo.
- Collar y correa o arnés: esto te ayudará a mantener el control y la seguridad de tu perro.
- Microchip y placa de identificación: estos son muy importantes en caso de que tu perro se suelte de su correa o de su arnés.
- Bolsas para excremento: sé un dueño responsable y limpia los excrementos de tu mascota. ¡El medioambiente (y tus vecinos) te lo agradecerán!
- Verifica el clima: el calor y la humedad pueden reducir con rapidez la energía y la resistencia de nuestros perros; por el contrario, el frío y la nieve pueden aclimatarlos. El asfalto y las aceras en el verano pueden calentarse lo suficiente como para quemar sus almohadillas, y el hielo en el invierno puede ser resbaladizo, por lo que comprender el terreno en el que correrás es fundamental para evitar lesiones.
4. La comida brinda energía
El rendimiento de tu perro en el exterior depende de lo que lo alimenta en su interior. Las fórmulas de Pro Plan Sport son el mejor alimento para perros de razas activas, ya que los ayudará a potenciar sus carreras, o el mejor alimento para cachorros de perros activos, que hará que tu nuevo compañero de ejercicios empiece de la mejor manera. Están especialmente formulados para llenar de energía a perros muy activos, ya que los nutre de forma óptima para impulsar la fuerza y resistencia adecuadas de la edad. Además, contienen aminoácidos que contribuyen a la recuperación los músculos después del ejercicio.
5. Programa sus comidas
El estómago de un perro tarda, al menos, de 4 a 6 horas en vaciarse, por lo que no es ideal alimentar a tu perro justo antes de salir a correr. Además, dejar que pase el tiempo suficiente para refrescarse y relajarse después del ejercicio puede ayudar a evitar el malestar gastrointestinal. Debido a estos posibles problemas, se recomienda que alimentes a tu perro unas horas antes o después de hacer ejercicio.
6. Observa el lenguaje corporal
Los signos clave de que tu perro está comenzando a cansarse son rezagarse y ralentizarse. Los perros no pueden sudar; por lo tanto, jadean y usan las lenguas para intercambiar el calor corporal. Observar la longitud y expansión de la lengua puede indicarte si tiene demasiado calor. Si colocas una fuente de agua cerca de ellos, los mantendrá hidratados en todo el recorrido y frescos en el proceso.
7. Dales un vistazo
Los perros tienen una mayor tolerancia al dolor que nosotros y, a menudo, pueden seguir corriendo sin importar lo que suceda. Por eso, es importante revisarlos por completo, desde la nariz hasta la cola, después de cada sesión de ejercicio. Asegúrate de que las patas no tengan quemaduras, raspones ni espinas, que el pelaje esté limpio y sin abrojos ni nudos, y que los ojos, la nariz y la boca estén limpios.
8. Sal al exterior
Por último, el senderismo, los paseos y las carreras son formas estupendas de involucrar físicamente a tu mascota y ofrecerle un momento para estrechar lazos con ella al aire libre. Si no puedes salir debido al mal tiempo, aún puedes mantenerla activa. Si juegas a las escondidas, tu mascota puede aprovechar sus sentidos de la audición y el olfato. Practicar habilidades básicas de obediencia, como “siéntate” y “acuéstate”, no solo ayuda a reforzar el buen comportamiento, sino que también puede servir como trabajo de fuerza para ella.
Si bien nuestras mascotas necesitan actividad física, ten en cuenta que la estimulación mental también es importante. Sin importar qué actividad hagas, incorporar una “caminata de recuperación” en el que se les permita percibir olores, parar y arrancar a su propio ritmo, y observar a todas las ardillas y pájaros las ayudará a mantenerse contentas.
Cada perro es único, y es importante hablar con tu veterinario sobre cualquier pregunta que puedas tener acerca del tuyo.