¿Cuánto dura el embarazo de los gatos?
El embarazo dura alrededor de dos meses, pero es difícil saber exactamente cuánto tiempo lleva embarazada.
Será conveniente consultar con un veterinario para saber en qué fase del embarazo se encuentra tu reina antes de comenzar a contar los días y sí, a una gata embarazada se la denomina “reina”.
El veterinario puede realizar análisis de sangre y una ecografía para confirmar el embarazo y calcular la cantidad estimada de gatitos que se esperan. Más adelante en el embarazo, una radiografía puede ayudar a confirmar la cantidad y detalles óseos. Sin embargo, solamente una ecografía puede mostrar los latidos de los gatitos.
También puede ayudarte a ajustar la comida de tu gata durante el embarazo para asegurarte de que esté consumiendo suficientes calorías y nutrientes.
¿Cómo saber si una gata está embarazada?
Puede ser difícil saber si tu gata está embarazada porque normalmente no comenzará a mostrar ningún signo físico hasta que hayan pasado unas pocas semanas.
La mayoría de las reinas no muestran signos de embarazo hasta cinco o seis semanas después de haber quedado embarazadas. Los signos de embarazo en una gata son el aumento de peso, el aumento de tamaño de la barriga, y los pezones, inflamación y aumento del apetito.
Las gatas pueden entrar en celo a partir de los cuatro o cinco meses de edad. Las gatas entran en celo cada dos a tres semanas, generalmente de primavera a otoño, pero en algunos gatos pueden ocurrir casi todo el año. Los signos de que una gata está en celo son el aumento de maullidos, estiramientos y rodar en el suelo, e intentos de escapar de la casa para aparearse.
Si tu gata ha estado en celo de manera constante y estos se detienen por más de cuatro semanas, es posible que esté embarazada. Si crees que está embarazada, examina si tiene síntomas de embarazo.
Síntomas
- Aumento del tamaño de la barriga
- Aumento de peso
- Aumento del apetito
- Pezones más grandes y enrojecidos (también conocido como “enrojecimiento”) aproximadamente una semana antes del nacimiento
Un veterinario puede realizar una ecografía para ayudar a determinar de cuánto tiempo está y cuántos gatitos esperar. También puedes mantener al veterinario en alerta para cualquier ayuda adicional que tú o tu gata puedan necesitar durante este período.
¿Qué debes darle de comer a tu gata embarazada?
Tu gata necesitará una dieta con alto contenido de proteínas y densidad calórica para que se sienta de la mejor manera durante este tiempo.
Aumentar el consumo de alimentos durante la última parte del embarazo (unas semanas antes del nacimiento) garantizará que reciba los nutrientes y las calorías que necesita para producir leche de calidad.
Al igual que los bebés, los gatitos empiezan a descubrir los sabores a partir de la dieta de su madre en el útero y durante la lactancia. Aprenden a preferir esos sabores familiares en lugar de los sabores desconocidos, y esta preferencia persiste incluso después de detestarlos.
Darle a tu reina una dieta completa, equilibrada y variada durante el embarazo, la lactancia y el destete, puede ayudar a los gatitos a ser comensales más intrépidos como los gatos adultos.
Será conveniente asegurarte de que tenga abundante agua durante el embarazo.
Cuando se acerca el momento de dar a luz, es posible que tu gata comience a rechazar el alimento o que necesite porciones pequeñas y frecuentes de comida. Será mejor que consultes con un veterinario para asegurarte de que no estás alimentando a tu gata por demás o de menos, lo que haga que el embarazo sea más desafiante de lo necesario.
Signos de que tu gata está entrando en trabajo de parto
Cuando tu gata esté preparada para dar a luz, puede empezar a maullar o a asearse con más frecuencia. Incluso pueden mostrarse más irritadas de lo habitual o querer tener más tiempo a solas.
Prepara un espacio para que tu gata dé a luz, con muchas toallas limpias o periódicos. Una caja de plástico o madera de tamaño mediano con algo de privacidad es un buen lugar donde dar a luz para algunas gatas. Algunas otras pueden querer dar a luz en tu cama o en algo cómodo y cerca tuyo.
Cuando llegue el momento de dar la bienvenida a las crías, es posible que notes que le sale leche de los pezones. También es probable que notes una secreción vaginal de color negro verdoso. Si se ve amarillo, de color crema o rojo, esto podría ser un signo de complicaciones.
Los gatitos deben comenzar a llegar poco después de que aparezca esta secreción.
En un plazo de 24 horas desde que aparecen los signos del trabajo de parto (como pujo y contracciones). Sin embargo, algunas gatas pueden tener un parto interrumpido, en el cual nacen uno o dos gatitos y, luego, el pujo y los esfuerzos se detienen.
Si esto sucede, no entres en pánico. Deben llegar más gatitos en unas pocas horas. La mayoría de las gatas no necesitan una partera, pero si los esfuerzos se prolongan sin ningún resultado, o si la reina parece estar angustiada, llama al veterinario para pedir asesoramiento.
Provee una fuente de calor, como una botella de agua caliente, para los gatitos en el momento después del nacimiento. Nunca utilices mantas calefactoras eléctricas y asegúrate de que estos puedan apartarse del calor si es necesario. La temperatura corporal de los gatitos, como la de los cachorros, es menor que la de los gatos adultos.
Siéntate y deja que la naturaleza haga lo suyo. Si notas que tu gata está esforzándose demasiado sin resultados, comunícate con el veterinario de inmediato. Después del nacimiento de cada gatito, tu gata también debe expulsar la placenta o secundinas. Si no ves las secundinas de color negro verdoso, esto podría causar una infección, entre otras complicaciones.
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