Cómo dar un masaje a tu gato
Mima a tu amigo felino con un magnífico masaje para gatos que lo hará sentir como si viviera rodeado de lujos.
Hay algunas cosas que debes tener en cuenta antes de convertirte en el especialista residente en técnicas de masaje felino de primera calidad. En este artículo encontrarás la información que necesitas para ganarte la confianza de tu gato.
¿Por qué es importante el masaje para tu gato?
Sabemos que un masaje es tan bueno que no se necesitan motivos para dárselo. Sin embargo, dar un masaje a tu gato también tiene ventajas reales. No es simplemente una sesión de mimos: tiene importantes consecuencias para la salud y la vitalidad de tu amigo felino. Un masaje para gatos mejora la circulación, favorece la presión arterial baja, contribuye a la movilidad de las articulaciones y combate la ansiedad y el estrés del gato como ninguna otra cosa. Así que flexiona los dedos y prepárate para todos esos encantadores ronroneos de alegría.
Si no sabes por dónde empezar, hemos elaborado una breve guía para resolver todas tus dudas sobre el masaje a los gatos.
Cómo masajear a un gato en tres pasos
Lo primero que debes hacer antes de empezar el masaje a tu gato es esperar a que se acerque. Cuando notes que tu gato empieza a frotarse contra ti, significa que está lo suficientemente relajado como para disfrutar de 5 a 10 minutos de un tranquilo paraíso del masaje.
Empieza hablándole a tu gato. Cambia la voz, canta su canción gatuna favorita o haz cualquier sonido que sepas que lo tranquiliza. La clave es mantener una voz calmada y tranquilizadora.
A continuación, puedes utilizar nuestra técnica CAT de tres pasos: mover en círculos (Circle), activar (Activate) y dar golpecitos (Tap).
1. Mover en círculos: realiza movimientos circulares
Comienza el masaje acariciando suavemente a tu gato desde el cuello hasta la base de la cola, con la mano abierta y relajada. Esta técnica también se conoce como rozamiento ligero o “effleurage” y ayuda a tu gato a relajarse, calentar los músculos y estimular la circulación sanguínea.
Una vez que sientas que los músculos de la espalda se han relajado, pasa a los hombros del gato. Con los pulgares, gira las yemas de los dedos en el sentido de las agujas del reloj o en sentido contrario para hacer círculos lentos alrededor de sus omóplatos.
Aplica la misma técnica de masaje para gatos que para la cara, pero con movimientos muy suaves. Los pequeños movimientos circulares también pueden aplicarse en la frente y las mejillas. Acaricia los lados de su cara con la palma de tus manos.
Presta atención a su reacción, sobre todo cuando le des un masaje facial, ya que a algunos gatos les gusta más que a otros.
Después de la cara, pásale la mano por la cabeza y, sin apretar demasiado, masajea el espacio detrás de las orejas y la barbilla. Las orejas de los gatos son muy sensibles, ya que contienen muchas terminaciones nerviosas. Utiliza los pulgares desde la base hasta las puntas.
2. Activar: estimula los músculos
Una vez que observes que tu gato está en modo de spa, es decir, ronroneando y estirándose, puedes empezar un masaje más profundo. Esta parte del masaje para gatos implica apretar, rodar y sobar. Todos son movimientos válidos, pero siempre hay que tener en cuenta el nivel de comodidad de la mascota: no hay que dejarse llevar demasiado. La técnica básica consiste en comprimir y soltar.
Si quieres ser más profesional, esta técnica se llama amasamiento o “petrissage”, y consiste en abrir y cerrar la palma de la mano mientras presionas levemente con los dedos a lo largo de la columna vertebral del gato. Esta vez tu toque no es un suave movimiento de deslizamiento, sino un poco más firme. El objetivo es sentir la estructura subyacente del tejido, pero sin pellizcar. Es esencial ir despacio para poder detectar y aflojar los nudos de los músculos de tu gato.
El masaje de “petrissage” es especialmente útil para los gatos a los que no les gusta moverse demasiado. La ventaja de este tipo de masaje para gatos es que se estimulan mecánicamente los reflejos de los músculos, lo que ayuda a aumentar el tono muscular de aquellos gatos que prefieren un estilo de vida más pausado.
El estado de ánimo relajado de tu gato significa que se sentirá más cómodo de lo habitual con los movimientos que ayudan a mejorar la movilidad de sus articulaciones. Introduce suavemente algunas flexiones para los dedos de los pies, las patas y las rodillas.
3. Dar golpecitos
Por último, la técnica de dar golpecitos o “tapotement” consiste en un movimiento de percusión suave que ayuda a aumentar la circulación sanguínea. Da golpecitos suaves con cada mano alternativamente sin perder de vista la reacción de tu gato. Más que para relajar, esta técnica de masaje sirve para estimular los músculos del gato, así que primero asegúrate de que lo disfrute.
Para asegurarte de que no te quedas atascado en medio de un masaje relajante a tu gato, hemos organizado las tres técnicas principales en una útil sigla: CAT.
Mejora el juego con los accesorios de masaje para gatos
Si necesitas ayuda, existen varios masajeadores faciales y rodillos de masaje para gatos diseñados para proporcionar a tu gato una experiencia de masaje completa al centrarse en grupos específicos de músculos. Puedes empezar utilizando un cepillo de cuidado personal que sirva también como juguete de masaje. Estos cepillos suelen estar hechos de silicona suave, lo que hace que el masaje sea agradable.
Los rodillos de masaje para gatos están especialmente diseñados para aliviar los síntomas del estrés y ofrecer un masaje relajante al mismo tiempo. Fíjate en el encantador ronroneo que emiten cuando los usas tanto para la cara como para el cuerpo.
No pierdas de vista los juguetes con lados texturizados para masajear y acicalar a tu gato.
Respuesta al masaje del gato
Para asegurarte de que estás ofreciendo a tu gato un masaje agradable, presta atención a las reacciones que obtienes. Ya sabes lo que significa cuando tu gato empieza a rascar, pero ¿cuáles son algunos de los signos que indican que estás haciendo un buen trabajo?
El ronroneo no tiene ningún misterio. Es el sonido que normalmente se asocia a un gato contento. Babear y amasar también son buenas señales. Pero realmente te mereces una palmadita en la espalda cuando tu gato empieza a doblar las orejas en mitad de tu masaje felino.