¿Los gatos pueden comer plátanos?

gato gris y perro blanco y negro
Por Equipo de expertos en mascotas
Ultima Actualización: 19/9/2024Entre 2 y 4 minutos
un tazón de vidrio con rodajas de plátano sobre una mesa

Sabemos que al menos un miembro del reino animal no rechazaría un festín de plátanos. A los monos les encantan los plátanos, pero ¿qué piensan los gatos de esta dulce fruta amarilla? Sigue leyendo para descubrir si los gatos pueden comer plátanos y si los dueños deben dárselos a sus compañeros felinos como bocadillo.

¿Los gatos pueden comer plátanos?

Aunque los plátanos no son tóxicos para los gatos, no se recomienda que los incluyas en la dieta diaria de tu mascota. Los plátanos son altos en azúcar, lo que puede provocar diabetes y problemas de peso. Por lo tanto, aunque los gatos pueden comer plátanos, es mejor ofrecerlos con moderación o incluso evitarlos por completo si tu mascota tiene ciertas afecciones médicas como la diabetes.

Consulta con el veterinario antes de darle ese primer bocado de plátano a tu gato.

¿Los plátanos son buenos para los gatos?

El plátano es una fruta increíblemente rica en nutrientes, razón por la cual se ha ganado fácilmente la reputación de ser un snack saludable en la dieta humana. La fibra, el magnesio, el potasio y la vitamina C hacen que este fruto sea muy beneficioso para nuestra salud.

Sin embargo, cuando se trata de gatos, hay mejores fuentes de nutrientes que el clásico plátano. Los alimentos especialmente formulados para gatos suelen cubrir todas las necesidades nutricionales que puedan tener los felinos, por lo que no es realmente necesario añadir frutas a su dieta.

Es más, los gatos suelen ser bastante indiferentes a los alimentos dulces como los plátanos. Y, si tu gato es un caso excepcional y disfruta de un bocado de vez en cuando, recuerda que el plátano y su alto contenido de azúcar puede tener un efecto negativo en la salud de tu mascota sin no controlas las porciones y si tu gato lo consume sin moderación.

Si deseas obtener más información sobre cómo equilibrar de manera adecuada la alimentación de tu gato, consulta nuestra sencilla guía.

Cómo dar plátano a tu gato

Si tu gato te sigue suplicando un bocado de plátano, puedes ofrecerle uno de vez en cuando, siempre que el veterinario no haya aconsejado lo contrario. Retira la cáscara de plátano y mantenla fuera del alcance de tu mascota. Los gatos no digieren bien la cáscara de plátano, por lo que siempre es mejor evitar que los dos se crucen. Corta el plátano en trozos pequeños antes de ofrecérselo a tu gato. Haz que pruebe un trozo pequeño al principio y observa a tu mascota en caso de que tenga alguna reacción inusual.

Las reacciones alérgicas a los plátanos son muy poco comunes, pero los gatos pueden sufrirlas. Comunícate con el veterinario si notas algún síntoma de alergia.

¿Los gatitos pueden comer plátanos?

Los gatos adultos pueden comer plátanos, pero ¿qué pasa con los más jóvenes? Durante los primeros 12 meses de vida, los gatitos deben consumir alimentos especialmente formulados con altos niveles de proteínas, calcio, magnesio y otros nutrientes importantes.

Sin embargo, hacia el final de este período, también se pueden introducir pequeños bocadillos de manera gradual, incluidos los plátanos. Recuerda que siempre es mejor consultar al veterinario antes de darle un nuevo alimento a tu gato.

Si no estás seguro de qué darle de comer a un gatito, consulta nuestros consejos útiles en nuestro artículo.

¿Los gatos tienen miedo de los plátanos?

A juzgar por la cantidad de videos en Internet que muestran a felinos en plena crisis solo por ver un plátano, la respuesta podría ser afirmativa. Pero ¿qué tiene exactamente esta fruta tropical que hace que los instintos felinos se descontrolen? El responsable podría ser la propia cáscara del plátano, que libera acetato de etilo. A los gatos no les agrada mucho este olor, lo que lleva a algunos dueños a frotar cáscaras de plátano en sus muebles favoritos para mantenerlos a salvo de las patas de su gato.

En resumen, los gatos pueden comer plátanos, pero con moderación y siempre bajo la supervisión del dueño a fin de asegurarse de que, en caso de una reacción alérgica o malestar estomacal, puedan ayudar a su mascota lo antes posible.

 

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